El otro día encontré estas caricaturas en uno de los típicos fanzines que ponen en bares y pubs. El tema es “Cosas que nunca veremos...”: a un baterista opinando en una entrevista, a Nacho Vegas contando chistes entre canción y canción, a un rapero con gafas (de vista se entiende) dando una respuesta amable, y el que más gracia me hizo, a J de Los Planetas haciendo un solo de guitarra tipo Steve Vai.
El chiste no deja de ser un chiste y es gracioso, pero las coñas que a menudo sacan sobre la “justita” capacidad de dominio del instrumento de los componentes de Los Planetas (exceptuando a Erik, claro!) empiezan a ser cansadas. A finales del año pasado en un programa en el que participaba J en Radio 3, él no dudó en afirmar en varios comentarios que era un instrumentista muy limitado, así que no sé a qué viene tanto ataque, si hubiera declarado que es un virtuoso...
Los Planetas no necesitan ser genios del instrumento, sacan petróleo de lo que tienen, escriben unas letras a las que casi nadie logra acercarse, y ambas cosas combinadas les hacen inalcanzables a nivel nacional por lo menos.
“Unidad de desplazamiento” (2000) fue el disco con el que les descubrí, puede que no sea el mejor de los que han sacado, pero por esto de ser el primero para mí, le tengo mucha admiración. Está lleno de “planetazos” como “Santos que yo te pinte” (es subjuntivo) en la que parece que ya se arrepiente de lo que hace cuando lo está haciendo, “Anuncio para coches” sobre una relación tortuosa y cómo protegerse de lo que viene después, los pensamientos violentos de “Vas a verme por la tele”, la pesadilla atrapado en un cómic “Que no sea Kang, por favor” y cómo no, el hit “Un buen día”.
Juzgad vosotros mismos, yo soy planetario confeso y por lo tanto no puedo ser imparcial.
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